miércoles, 15 de octubre de 2014

¿QUÉ SIGNIFICA REALMENTE EVOLUCIONAR?

El siguiente artículo es un resumen del primer tema de un taller de psicología transpersonal impartido en INTEGRO Mazatlán en 2001:

Lo que hemos aprendido de evolución en la escuela tradicional es la evolución de la forma física. Hemos aprendido por ejemplo, que las criaturas unicelulares de los océanos son los predecesores de todas las formas de vida más complejas. Un pescado es más complejo, y, por lo tanto, más evolucionado que una esponja; un caballo es más complejo, y, por lo tanto más evolucionado que una serpiente; un chango es más complejo, y, por lo tanto más evolucionado que un caballo, y así, hasta los seres humanos quienes somos los más complejos, y, por lo tanto la más evolucionada forma de vida sobre nuestro planeta. Esta es una idea de que el organismo que sea más capaz de controlar tanto su medio como los demás organismos de su medio es el más evolucionado. El organismo que es más capaz de asegurar su propia sobrevivencia, más capaz de servir a su propia preservación, es el más evolucionado.
Por mucho tiempo hemos sabido que esta definición de evolución es inadecuada, pero no hemos encontrado porqué. Cuando los humanos se encuentran uno a otro, están, en términos de complejidad organizacional, igualmente evolucionados. Si ambos tienen la misma inteligencia, aunque uno sea de mente prepotente y egoísta, mientras que el otro es magnánimo y altruista decimos que este último es el más evolucionado. Si un humano sacrifica su vida para salvar a otro decimos que era el más evolucionado entre nosotros. Sabemos que estas cosas pueden ser verdad pero no encajan en esta definición de evolución.
A nivel profundo podemos entender que un ser evolucionado es aquel que valora a los demás más que así mismo, y que valora al amor más que al mundo físico y lo que hay en él. Es tiempo ahora de alinear lo que entendemos por evolución con este profundo entendimiento. Es importante que lo hagamos porque lo que normalmente entendemos por evolución refleja la fase de evolución que estamos dejando atrás. Al examinar esta definición, podemos percibir como hemos evolucionado hasta ahora, y lo que estamos ahora en proceso de dejar atrás. Al entender un nuevo y expandido concepto de evolución, uno que valide nuestras más profundas creencias, podemos ver hacia donde estamos evolucionando, y lo que significa en término de lo que experimentamos, lo que valoramos y cómo actuamos.
Nuestra definición común de evolución viene del hecho de que hemos evolucionado hasta ahora explorando la realidad física con nuestros cinco sentidos. Hemos sido hasta ahora seres de cinco sentidos. Esta parte del camino en la evolución nos ha permitido ver los principios básicos del Universo de manera concreta. Vemos a través de nuestros cinco sentidos que cada acción es una causa que tiene un efecto, y que cada efecto tiene una causa. Vemos el resultado de nuestras intenciones. Vemos que la rabia mata, vemos que la ternura nutre, etc.
Experimentamos nuestra habilidad para procesar el conocimiento. Vemos, por ejemplo que un palo puede ser un arma y podemos ver los efectos de cómo elegimos utilizarlo. Si golpeamos a otro con ese palo se puede llevar su vida, pero también un palo puede servirnos como palanca. Así como un cuchillo puede ser utilizado para el bien o para el mal, las mentes que coordinan las actividades de violencia pueden coordinar las actividades de cooperación.
Cuando las actividades de la vida son experimentadas con reverencia se llenan de vida con significado y propósito. Cuando hay falta de reverencia en las actividades de la vida, el resultado es crueldad, violencia y soledad. El planeta tierra es un medio de aprendizaje magnifico. Es una escuela en la cual a través de la experimentación, llegamos a entender lo que nos causa expandirnos y lo que nos causa contraernos, lo que nos causa crecer y lo que nos causa bloquearnos, lo que nutre nuestras almas y lo que las deprime, lo que funciona y lo que no.
Cuando el medio físico es visto sólo desde el punto de vista de los cinco sentidos, la sobrevivencia física parece ser el criterio fundamental de evolución por que ningún otro tipo de evolución es detectable. Es desde este punto de vista que la "sobrevivencia del mejor", parece ser sinónimo de evolución y la dominancia física parece caracterizar la evolución avanzada.
La necesidad de la dominancia física produce un tipo de competencia que afecta cada aspecto de nuestras vidas. Afecta las relaciones entre las parejas, entre los individuos, clases, razas y sexos. Interrumpe la tendencia natural hacia la armonía entre las naciones y entre los amigos. La misma energía que envío barcos al Golfo Pérsico, envío soldados a Viet Nam y cruzados a Palestina. La energía que separó a Romeo de la familia de Julieta es la misma energía que separa la familia racial del esposo negro de la familia racial de la esposa blanca. Los hermanos y hermanas pelean por las mimas razones que las corporaciones pelean: buscan poder, uno sobre el otro.
El poder para controlar el medio, y aquellos que están en él, es el poder sobre el que podemos sentir, oler, gustar, oír o ver. Este tipo de poder es poder externo. El poder externo puede ser adquirido o perdido, como en la casa de bolsa o en una elección. Puede ser comprado o robado, transferido o heredado. Es algo que puede ser conseguido de alguien o de algo. El resultado de ver el poder como algo externo es la violencia y la destrucción. todas nuestras instituciones -sociales, económicas y políticas- reflejan nuestro entendimiento del poder como externo.
Las familias, como las culturas, son patriarcales o matriarcales. Una persona "lleva los pantalones". Los niños aprenden esto desde muy temprana edad y esto moldea sus vidas. La policía, como la milicia, son producto de la percepción del poder como externo. Tanques, botas, radio, uniformes, armas, son símbolos de temor. Aquellos que los portan son temerosos, porque temen enfrentar el mundo sin defensa. Aquellos que se encuentran ante estos símbolos también son temerosos, porque temen el poder que estos representan. La percepción del poder como externo ha moldeado nuestra economía dentro de comunidades y naciones, y la habilidad para controlar la economía transnacional del mundo, está concentrada en las manos de unas cuantas personas.
El dinero es símbolo de poder externo. Aquellos que tiene la mayor parte del dinero son los que tienen más habilidad para controlar su medio y a aquellos en él. El dinero es adquirido, robado, perdido, heredado y peleado. La educación, el status social, la forma y las cosas que se poseen, si derivamos un sentido de alta seguridad a través de ellos, son símbolos de poder externo.
Cualquier cosa que temamos perder -una casa, un auto, un cuerpo atractivo, una mente ágil, una creencia profunda- es un símbolo de poder externo. Lo que tememos es un aumento de nuestra vulnerabilidad. Este es el resultado de ver el poder como externo.
Cuando el poder se ve como externo las jerarquías de nuestras estructuras sociales, económicas y políticas, así como las jerarquías del Universo, aparece como un indicado de quién tiene el poder y quién no.
Los que están arriba al tope parecen tener el mayor poder y ser más valiosos y menos vulnerables. Aquellos que están abajo al fondo parecen ser los que tienen menor poder y, por lo tanto, ser los menos valiosos y más vulnerables. El ejecutivo es más valioso que el empleado, el doctor es más valioso que la recepcionista. Tememos transgredir a nuestros padres, nuestros jefes y a nuestro Dios. Toda la percepción de menor a mayor valor personal es el resultado de nuestra percepción del poder como externo.
Desde esta dinámica hemos creado nuestro entendimiento presente de la evolución como un proceso de la habilidad creciente para dominar al medio. Esta definición refleja las limitaciones de percibir al mundo físico solo con los cinco sentidos. Refleja la competencia por el poder externo que es generado por el miedo.
Después de miles de años de brutalidad entre unos y otros, entre individuos y entre grupos, es claro que la inseguridad que está bajo la percepción del poder como externo no puede ser aliviada por la acumulación de poder externo. Es evidente para todos, no sólo a través de las noticias y del periódico, sino también a través de nuestros incontados sufrimientos como seres individuales y como especie, que la percepción del poder como externo trae sólo dolor, violencia y destrucción. Así es como hemos evolucionado hasta ahora, y esto es lo que estamos dejando atrás.
Un entendimiento profundo nos lleva a otro tipo de poder. Un poder que ama la vida en cada forma que aparece, un poder que no juzga lo que encuentra, un poder que percibe el significado y el propósito en los detalles más pequeños sobre la tierra. Esté es poder auténtico. Cuando alineamos nuestros pensamientos, emociones y acciones con la parte superior de nosotros mismos, nos llenamos con entusiasmo, propósito y significado. La vida es rica y plena. No tenemos pensamientos de amargura, no tenemos memoria del miedo. Esta es la experiencia del poder auténtico.
El poder auténtico tiene sus raíces en la más profunda fuente de nuestro ser. No puede ser comprado, robado o heredado. Una persona auténticamente poderosa es incapaz de hacer víctima a alguien o a algo. Es una persona tan fuerte que, la idea de usar la fuerza contra otro no es parte de su conciencia. El no entender el proceso de evolución es no darnos cuenta que vamos hacia el poder auténtico que es la meta de nuestro proceso evolutivo.
Estamos evolucionando de humanos de cinco sentidos a humanos multisensoriales. Nuestros cinco sentidos están designados a percibir la realidad física. La percepción de un humano multisensorial se extiende más allá de esta, hacia un sistema dinámico del cual nuestra realidad física es una parte. El humano multisensorial es capaz de percibir y apreciar el rol que juega nuestra realidad física en un marco más grande de evolución. Esta realidad es invisible al humano de cinco sentidos.
Es en esta realidad invisible donde se encuentran nuestros más profundos valores. Desde esta perspectiva, las motivaciones de aquellos que sacrifican conscientemente sus vidas por un propósito más alto tienen sentido. El poder de Gandhi es explicable y los actos de Cristo son comprensibles.
Desde la perspectiva de un humano de cinco sentidos, estamos solos en el universo que es físico. Desde la perspectiva de un humano multisensorial, nunca estamos solos y el Universo esta vivo, consciente, inteligente y compasivo. Desde la perspectiva de un humano de cinco sentidos debemos dominar al mundo físico para poder sobrevivir. Desde la perspectiva de un humano multisensorial, el mundo físico es un medio de aprendizaje que es creado en conjunto por las almas y compartido, y todo lo que ocurre en él sirve a su aprendizaje. Desde la perspectiva de un humano de cinco sentidos, las intenciones no tienen efectos, los efectos de las acciones son físicos, y no todas las acciones nos afectan a todos. Desde la perspectiva de un humano multisensorial, la intención de cada acción determina sus efectos, cada intención afecta tanto a nosotros como a otros, y los efectos de las intenciones se extienden más allá del mundo físico.

Personalidad y alma.

El marco más amplio de referencia de un humano multisensorial nos lleva a entender experencialmente, la significativa distinción entre personalidad y alma. Tu personalidad es una parte de ti, que nació, vive y morirá. Ser humano y tener una personalidad son la misma cosa. Tu personalidad como tu cuerpo es el vehículo de tu evolución.
Las decisiones que tomes y las acciones que hagas en la tierra son los medios a través de los cuales evolucionas. A cada momento eliges intenciones que moldean tus experiencias y esas cosas en las cuales evocas tu atención. Estas elecciones afectan tu proceso evolutivo. Así es para cada persona. Si tu eliges inconscientemente, evolucionas inconscientemente. Si eliges conscientemente, entonces evolucionas conscientemente.
Las emociones del miedo y violencia que han venido a caracterizar la existencia humana pueden ser experimentadas solo por la personalidad. Solo la personalidad puede sentir coraje, miedo, odio, venganza, pena, resentimiento, indiferencia, frustración y soledad. Solo la personalidad puede juzgar, manipular y explotar. Solo la personalidad puede perseguir el poder externo. La personalidad puede ser también amante, compasiva y sabia en sus relaciones con los demás, pero el amor, la compasión, la sabiduría no vienen de la personalidad. Estas vienen del alma.
Tu alma es una parte de ti que es inmortal. Cada persona tiene un alma, pero la personalidad que es limitada es su percepción de los cinco sentidos no es consciente de su alma, y por lo tanto, no puede reconocer la influencia de ella. Al irse convirtiendo la personalidad en multisensoria su intuición -sus corazonadas y sentimientos sutiles- se tornan más importantes.
Siente cosas acerca de sí mismo, de otras personas y de las situaciones en las que se encuentra que no puede justificar en base a la información que le proporcionan los cinco sentidos. Empieza a reconocer las intenciones, y responde a ellas más que a las acciones y a las palabras. Puede reconocer, por ejemplo, un corazón cálido detrás de un individuo enojado y a un corazón frío detrás de las palabras políticas y complacientes.
Cuando una personalidad multisensorial ve dentro de sí misma encuentra una multitud de corrientes diferentes. A través de la experiencia, aprende a distinguir entre estas corrientes y a identificar los efectos emocionales, psicológicos y físicos de cada una. Aprende, por ejemplo, qué corrientes producen enojo, pensamientos divisorios y acciones destructivas y qué corrientes generan amor, pensamientos curativos y acciones constructivas. Con el tiempo, aprende a valorar y a identificar esas corrientes que generan creatividad, sanación y amor, y a enfrentar y deshacer esas corrientes que crean negatividad, desarmonía y violencia. De esta manera, una personalidad experimenta la energía de su alma.
Tu alma no es pasiva o un entidad teórica que ocupa un espacio en la cavidad de tu pecho. Es una fuerza positiva con propósito desde el interior de tu ser. Es la parte de ti que entiende la naturaleza impersonal de la energía dinámica en la cual tu te involucras, que ama sin restricción y acepta sin juzgar.
Si tu deseas conocer tu alma el primer paso es reconocer que tienes una. El siguiente paso es permitirte a ti mismo considerar: "si tengo un alma, ¿qué es mi alma? ¿qué quiere mi alma? ¿cuál es la relación entre mi alma y yo? ¿cómo afecta mi alma mi vida?"
Cuando la energía del alma se reconoce, conoce y valora, empieza a influir la vida de la personalidad. Cuando la personalidad sirve completamente a la energía de su alma, esto es auténtico poder. Esta es la meta del proceso evolutivo en el cual estamos involucrados y la razón de nuestro ser. Cada experiencia que tengas sobre la tierra motiva en alineamiento de tu personalidad con tu alma. Cada circunstancia te da la oportunidad de elegir este camino, de permitir a tu alma brillar a través de ti, de traer al mundo físico a través de ti su interminable reverencia por el amor y la vida.

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